La ofensiva proteccionista de Trump: Aranceles al por mayor La noche del jueves, Donald Trump firmó una serie de tarifas recíprocas radicales que afectan a 68 países, incluyendo a la Unión Europea. Aunque su aplicación se aplazó hasta el 7 de agosto, el anuncio por sí solo fue suficiente para encender las alarmas.
Estos aranceles no son un juego:
- Los más afectados: Siria, Laos y Myanmar verán gravámenes de hasta el 40%. Brasil, por su parte, llega al 50%, aunque esto parece más una «venganza política» contra el presidente Lula.
- Sorpresa para Suiza: Una tasa del 39% para Suiza ha sido un golpe duro para un país conocido por su estabilidad.
- Canadá en la mira: Trump firmó una orden de efecto inmediato con aranceles del 35% para sus vecinos del norte (salvo los bienes cubiertos por el pacto USMCA), justificando su decisión por la entrada de fentanilo y el apoyo de Canadá al reconocimiento del Estado de Palestina.
- India y la «amistad» en cuestión: A pesar de la supuesta cercanía con el primer ministro Modi, Washington les castiga con gravámenes del 25%.
Con una media global de estas tasas del 18,3%, este es el mayor porcentaje desde 1934, lo que nos retrotrae a los dictados proteccionistas de la Gran Depresión. Trump se ha propuesto reescribir las reglas del comercio global, y lo está logrando, aunque esto signifique enterrar décadas de libre comercio y la globalización que Estados Unidos ayudó a cimentar.
Wall Street tiembla y Europa se contagia La respuesta de los mercados no se hizo esperar. Wall Street abrió con temblores: el Dow Jones arrancó con una caída de casi un 2% (800 puntos) y cerró la sesión con una pérdida de más de 500 puntos, marcando la peor semana desde mayo. El Nasdaq y el S&P500 siguieron el mismo camino, cerrando en negativo tras un largo periodo de ganancias.
En Europa, la situación no fue mejor. Las bolsas registraron su mayor caída desde abril, demostrando que la incertidumbre generada por las políticas de Trump tiene un alcance global.
¿La culpa? Para Trump, Jerome Powell La reacción de Trump a la caída bursátil fue la esperada: no falla en culpar a su «sospechoso habitual», Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal. Trump lo llamó «idiota testarudo» por no bajar los tipos de interés, e incluso llegó a reclamar una especie de «golpe de Estado» en el banco central, pidiendo que la junta «asuma el control» y ponga «a pastar» a Powell.
Detrás de este arrebato también está un informe laboral pésimo: en julio solo se crearon 73.000 empleos, con una rebaja sustancial de los números previos, lo que indica que el mercado laboral estadounidense empieza a flojear.
La conexión cripto: Nerviosismo y volatilidad Aunque el texto no lo mencione explícitamente, esta «tormenta bursátil» y el nerviosismo generalizado en los mercados tradicionales tienen un impacto directo en el mundo de las criptomonedas. Como vimos en nuestra entrada anterior, la incertidumbre económica y las decisiones de la Reserva Federal son factores clave que influyen en el apetito de los inversores por activos más volátiles como Bitcoin y las altcoins.
Cuando los mercados tradicionales tiemblan, los inversores suelen buscar refugio en activos más seguros o simplemente reducen su exposición al riesgo, lo que puede llevar a una toma de beneficios y a una ola de ventas en el mercado cripto. La masiva liquidación de posiciones largas que ya hemos visto en cripto es un reflejo de este sentimiento de aversión al riesgo.
En un escenario donde las tensiones comerciales aumentan y los datos económicos flaquean, la volatilidad a corto plazo en el mercado cripto podría intensificarse, retrasando la tan esperada «temporada de altcoins» y manteniendo a los inversores en un estado de nerviosismo.
