La balanza de la justicia: Años de prisión vs. libertad La Fiscalía ha sido clara: pide una pena de nueve años de prisión, la máxima posible para estos casos, y que se cumpla en una cárcel. Por otro lado, la defensa, liderada por el abogado Jaime Granados, ha solicitado a la jueza que «mantenga la situación de libertad» del doctor Uribe Vélez.
La decisión de la jueza Sandra Heredia no es sencilla. Ha tenido que ponderar varios factores durante estos 475 días de un caso tan sensible: el monto usual de condena para cada delito (Uribe fue hallado culpable en tres instancias por soborno y en dos por fraude), la actitud del expresidente durante el juicio, y la posibilidad de prisión domiciliaria o intramural.
Expertos penalistas consultados varían en sus pronósticos sobre el tiempo de condena:
Francisco Bernate (profesor de la Universidad del Rosario): Cree que podría ser entre siete u ocho años de privación de la libertad.
Juan Carlos Prías (profesor de la Javeriana): Concuerda con una pena de alrededor de los ocho años.
Ángela María Buitrago (exministra de Justicia): No le sorprendería que la pena llegara a los nueve años.
Un punto clave es que Uribe no tiene un prontuario criminal previo, lo que podría jugar a su favor para una posible reducción de la pena, aunque los múltiples fallos en su contra por los delitos de soborno y fraude procesal suman peso.
¿Prisión inmediata o espera de apelación? El gran interrogante Aquí reside una de las mayores tensiones políticas. La jueza debe definir si la pena se aplica de forma inmediata (lo que significaría la detención, incluso domiciliaria, desde este mismo viernes) o si queda suspendida hasta que la defensa agote sus recursos legales. Y la defensa ya anunció que apelará ante el Tribunal Superior de Bogotá, con la posibilidad de llegar incluso a la Corte Suprema.
Para quienes apoyan a Uribe, verlo detenido, incluso en su finca el Ubérrimo, sería un símbolo de injusticia. Para sus detractores, sería la señal de una justicia que, aunque tarda, llega. La imagen del expresidente, que hoy tiene 73 años, en esta situación, tendría un impacto político incalculable.
Cabe recordar que Uribe ya estuvo bajo arresto domiciliario en 2020 por orden de la Corte Suprema. Ese precedente es algo que la jueza Heredia también podría considerar.
El pulso político de un fallo con historia Desde que la jueza anunció el lunes el sentido de su fallo, el expresidente ha mantenido un «silencio prudente» público, aunque ha estado activo en redes sociales polemizando con el presidente Gustavo Petro. Es probable que rompa ese silencio una vez se conozca la sentencia completa.
Smartwatch Ultra Pro con 2 correas ( negro + gris )
Rendimiento y estilo en un solo reloj inteligente. Este smartwatch ofrece una pantalla nítida, múltiples funciones deportivas y monitoreo de salud en tiempo real. Incluye dos correas intercambiables para adaptarse a cualquier ocasión.
1461 disponibles
Este caso, que se inició en 2012 por una denuncia del senador Iván Cepeda (quien acusó a Uribe de vínculos con paramilitares), dio un giro en 2018 cuando la Corte Suprema abrió una investigación contra el propio Uribe por presunta manipulación de testigos. Es un proceso largo y complejo que ha mantenido a Colombia en vilo durante años.
La decisión de hoy, sea cual sea, definirá la narrativa política de los próximos meses en Colombia, especialmente de cara a las elecciones legislativas y presidenciales. Para la izquierda, que celebra el fallo, es un triunfo de la justicia. Para los aliados de Uribe, una persecución política. Lo que es innegable es que este «Día del Juicio» para Álvaro Uribe Vélez será recordado como un capítulo crucial en la historia judicial y política de Colombia.

